martes, 11 de octubre de 2011

Guerra.-

Como una catarsis griega,
los corazones de todos vibraban
al son de la trompeta

Purificados por su sonido,
y entumecidos por su arte
incluso sabiendo lo que este significaba

No era un concierto ni un bello espectáculo,
era una llamada de alguien de arriba
casi un grito del mas allá

Era la señal, el mensaje, el llamamiento
¿a que?, ¿que quería decir este?
¡A las Armas!

La carne de cañón,
con sus temblorosas rodillas
y sus corazones con rápido pulso

A primera linea,
estaban preparados para lo peor
pero tenían fe, querían lo mejor

¡A la batalla!, fue el grito
y sin mayor tiempo de espera
todos en la pugna de los ideales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario