domingo, 6 de mayo de 2012

Cueca.-

Bajo el diluvio caminaba,
era de noche, o al menos
eso me decía la luna

Un desquiciado me habla,
sus ojos eran blancos como la nieve
y su pupila se mezclaba con el crepúsculo

-¿Estas enamorado?, me pregunto
-no, y luego agregue , ¿y tu?
-si, de tres-

Se marcho,
con su distorsión,
y cariño que solo la locura ofrece

Me siento atrás,
entre dos personas,
de distinto aroma

Extraño beneficio,
que se presenta pocas veces,
esta chance de contrastes que solo se da aquí

Un olor a esfuerzo emanaba de un lado,
mientras que el otro no tenia fragancia,
era casi un ser sin alma

La luz se apago,
nadie se inmuto,
y comenzaron las palmas

*clap clap, clap clap*

Unas palmas que juzgan,
los ojos no veían,
iba mas allá

La presión hace sucumbir,
mi diestro compañero  se baja,
sin mas esperar

Podríamos decir que el juicio,
que este juicio popular,
va mas del otro lado

A mitad de camino me bajo,
digamos que....
las palmas, saturan

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